Sensaciones y emociones
El término de sensaciones tiene muchas definiciones, dependiendo del contexto en el que se use.
Una sensación puede referirse a un estímulo sensorial, es decir, cuando nuestro cuerpo reacciona ante algo que se percibe por medio de los sentidos, ya sea el gusto, olfato, tacto, vista u oído. En este caso, se habla de sensación ante el procesamiento de información, dado en nuestro cerebro, después de lo que nuestros sentidos perciben.
Otra definición de sensación, está relacionada con la sorpresa. Cuando percibimos algo, y eso nos causa mucha impresión, entonces se habla de sensación. Por ejemplo: el grupo musical que se acaba de presentar fue la sensación del concierto; todo el público estaba mucho más emocionado ante su llegada.
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Por otro lado, también se puede referir a sensación como un presentimiento. Es cuando se tiene la firme convicción de que algo va a suceder. En este caso, se habla de una sensación o presentimiento que, a su vez, actúan como sinónimos.
Por último, el término sensación se puede relacionar con una sensación térmica. En este caso, son las sensaciones corporales que tenemos ante un fenómeno climático, como el calor o el frío.
Diferencia entre sensaciones y emociones
Si bien los conceptos de sensación y emoción están relacionados, cuando se hablan de estos, no nos referimos a lo mismo.
Como bien se mencionaba anteriormente, una sensación es la respuesta que sufre nuestro cuerpo ante un estímulo sensorial, los cuales captamos por medio de nuestros sentidos. Por lo tanto, una sensación es esta percepción que tenemos de algo externo, como el calor o el frío, o, incluso, de algo interno, como la sensación de que algo está bien o está mal.
Es en esta parte cuando se involucran las emociones, ya que estas conectan con las sensaciones que percibimos.
Una emoción se refiere a una respuesta, producto de la percepción de sensaciones. Son conceptos profundos, porque influyen en las comunicaciones que tiene el hombre. Además, tienen origen en muchas partes, ya sea a nivel neurológico o fisiológico. Y estas no son influenciadas por la parte racional de nuestro cerebro, ya que son impulsos que aparecen de manera repentina y violenta, y pueden permanecer durante un tiempo o ser algo más pasajero.
Además, las emociones no son iguales para todas las personas, aunque estén delante del mismo estímulo. Por ejemplo, imagina que entras a un museo y te encanta el diseño del museo, sus obras, su olor, y otras muchas sensaciones que te despierta. Mientras, tu acompañante parece pasar desapercibido delante de todas estas sensaciones y no le despierta nada en su interior. Para una misma experiencia, las emociones que ha despertado en uno y otro, son totalmente diferentes.
Una emoción no es algo que durará para siempre, puesto que, es una reacción que surge ante algo a lo que se es expuesto.
Las emociones (las básicas, como alegría, tristeza, ira, miedo, desagrado) no varían de una cultura a otra, ya que los humanos reaccionamos de maneras similares ante un estímulo parecido. Lo que puede variar de una persona a otra es la manera en la cual, esta emoción, es experimentada, y esto se da por los marcos de referencia de cada quien, es decir, sus vivencias heredadas o propias. Estas emociones, que se relacionan con las experiencias y aprendizajes, pueden ser la vergüenza, el orgullo, etc.
Tipos de sensaciones
Las sensaciones pueden ser dadas por diferentes estímulos, internos o externo. De esta manera, se habla de diferentes tipos de sensación, porque estas dependen del estímulo al que correspondan.
Internos: Kinestésico y Cenestésico
Dentro de los estímulos internos se pueden conseguir el sentido Kinestésico (o propiocepción), y el sentido cenestésico.
La kinestesia se refiere a la capacidad que se tiene de poder detectar la posición o la postura en la que se encuentra nuestro cuerpo. Estas capacidades propioceptivas hacen posible que seamos capaces de controlar nuestros movimientos y nuestro desenvolvimiento en el entorno. Debido a esto, cuando se habla de la kinestesia, se habla de un sentido o habilidad interoceptiva, puesto que, detecta un estado interno.
Por otro lado, el sentido cenestésico es el encargado de detectar las sensaciones internas del cuerpo, e informar acerca del estado de nuestros órganos. Por estos motivos, se suele referir a ella como la sensación de existir, el conocimiento de que nuestro cuerpo existe.
Externos
Dentro de las sensaciones externas se puede encontrar un grupo, definido por los sentidos por medio de los cuales logramos percibir diferentes cosas. Se conocen también como sensaciones exteroceptivas, y son los sentidos visuales, auditivos, olfativos, táctiles y gustativos.
- La vista: Este sentido permite detectar diferentes estímulos del ambiente que nos rodea. Este mismo, a su vez, se puede dividir en dos tipos, las sensaciones cromáticas (relacionadas con los colores y su detección), y las sensaciones acromáticas (relacionadas con la claridad u oscuridad de un sitio, abarcando desde el blanco hasta el negro). Algunas veces, este sentido puede fallar, de manera que se dan los problemas de la vista, así como, también, la ceguera total.
- Oído: Por medio de este sentido podemos detectar los sonidos de nuestro entorno. Estos sonidos pueden variar según el tono, la altura, volumen o el timbre. Son detectados por una serie de receptores, conocidos como cilios, los cuales reciben y traducen en códigos neuronales, lo que nos lleva a escuchar algo de una manera determinada. La ausencia de este es la sordera, y puede ser total o parcial.
- Olfato: Este sentido nos permite percibir olores, agradables o no, de nuestro entorno. Estos olores son detectados por los capilares de nuestras fosas nasales, las cuales, mandan esta señal al bulbo olfatorio. La ausencia de este sentido es conocida como anosmia.
- Tacto: Este sentido nos permite conocer las variaciones de una superficie, por medio de nuestra piel. Nos permite identificar las características de algo que tocamos, si este es liso o rugoso, suave o duro, áspero, etc.; así como, también, podemos conocer una temperatura.
- Gusto: Por medio de este, podemos detectar diferentes sabores (dulce, salado, ácido, amargo), en cuanto esta sustancia entra en contacto con nuestras papilas gustativas. Este sentido es influenciado por el olfato, y su ausencia se conoce como ageusia.