La kinestesia es una palabra originaria del griego: κίνησις (kínesis), que significa “movimiento”, y αἴσθησις (aísthesis), que significa “sensación”. Se trata de una ciencia que estudia el movimiento de nuestro cuerpo, y la sensación que tenemos para saber la posición en la que nos encontramos.
A continuación, conoceremos más acerca de esta ciencia, así como del lenguaje kinestésico y de algunos ejercicios basados en ella.
La kinestesia, o también conocida como cinestesia, es una ciencia relacionada con la percepción de nuestro cuerpo, mientras está en movimiento y en relación con el entorno.
Esta habilidad nos permite conocer la posición exacta en la que se encuentran nuestras extremidades o el sitio en el que estamos ubicados. Y, sin importar si estamos en reposo o no.
En las oficinas modernas, la kinestesia abre nuevas posibilidades de diseño, fomentando la colaboración y la creatividad a través del movimiento y la interacción.
La kinestesia le permite a muchos deportistas, bailarines, etc., conocer la manera en la que se encuentra su cuerpo al momento de realizar algún movimiento. Esto es muy importante, puesto que nos permite mantener el equilibrio y la coordinación sobre nosotros mismos.
Esta percepción se da gracias a todos los músculos, tendones y articulaciones que nos componen, los cuales envían información al cerebro, este lo interpreta, y podemos tener ese conocimiento acerca de nuestra postura.
La kinestesia también puede considerarse una forma de lenguaje, pues corresponde con el movimiento del cuerpo. Cotidianamente, es el que recibe el nombre de lenguaje corporal.
Este tipo de lenguaje, a pesar de ser no verbal, tiene el mismo peso comunicativo que la palabra hablada, puesto que tiene en cuenta el nivel de contacto visual que una persona pueda tener, su postura, gestos con las palmas de las manos o las cejas…
Este tipo de lenguaje nos permite saber si alguien está enfadado, alegre, triste, si algo de lo que han escuchado no les ha gustado, etc. A su vez, con un análisis más en profundidad, se puede saber si alguien miente, si está a la defensiva, si oculta algo.
El lenguaje kinestésico también permite comunicación por medio del tacto, como lo son los abrazos, las caricias, golpes, besos, entre otros. Este tipo de comunicación permite el establecimiento de un vínculo físico, aunque hoy en día, con la tecnología, este tipo de contacto se ha reducido de una persona a otra, puesto que muchas de las comunicaciones las llevamos a cabo por medio de un teléfono móvil, ordenador o tablet.
Pero, a pesar de haberse reducido, no significa que pierda importancia, pues este tipo de lenguaje es el más primitivo. Aparece en nuestras vidas desde el primer momento, cuando una madre amamanta a su hijo, y nos permite dar cuenta de nuestras emociones a otros. Es decir, crear un vínculo emocional, como cuando una madre abraza y acaricia a sus hijos.
Además, también lo usamos en algún momento de nuestros días, cuando un amigo se siente mal, y lo abrazamos para darle muestra de nuestro apoyo y compañía. Cuando saludamos a alguien con un apretón de manos…
Este contacto es sumamente importante, pues nos permite crear estos vínculos emocionales y físicos con nuestro compañero, así como reforzar un mensaje que queremos transmitir.
Todo buen proyecto nace de una buena ídea, y crece en base a una buena conversación.
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