Tratando de responder a la pegunta de cuál es la temperatura en oficinas partiendo de un ámbito legislativo, el RITE o Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios, se ajustan con la ley de prevención de riesgos laborales, bajo Real Decreto 107/2007.
Ahora bien, en respuesta a las fuertes oleadas de calor de los últimos meses, se ha dictado el Real Decreto-Ley 14/2022, del 1° de agosto de 2022. Donde destacan entre otras medidas, un plan de gestión de energía en climatización de centros de trabajo como recintos habitables.
Esta norma de seguridad y salud laboral establece que las empresas están obligadas a garantizar una temperatura entre 17° y 27° C en oficinas de trabajo sedentario, y entre 14° y 25° C en locales donde se realicen actividades de trabajo ligeras.
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Ahora bien, aunque en algunos países como Estados Unidos, no existen regulaciones federales que aborden de manera específica temas sobre la temperatura en las oficinas, la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) tiene una serie de requisitos generales.
De manera que los empleadores proporcionen un entorno de trabajo seguro y saludable. Lo que incluye mantener una temperatura agradable en el lugar de trabajo.
Una buena referencia que permite comprender la importancia de este factor en la prevención de riegos y salud en el trabajo. Debido a que la temperatura en una oficina o puesto de trabajo sedentario, forma parte del confort ambiental junto a la iluminación y el control de ruido.
Según esta normativa, se establece que:
El INSHT o Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, ha establecido que la temperatura ideal en una oficina debe estar entre los 17° y 27°C, mientras que, como ya hemos aclarado, en los locales donde se realicen trabajos ligeros, será entre los 14° y 25° C. Cabe destacar que es de carácter obligatorio para las empresas.
Mientras que el estándar OSHA recomienda que los empleadores mantengan la temperatura en sus oficinas entre 68° y 76° Fahrenheit. Sin embargo, como se puede observar, esto es solo una recomendación. Lo que quiere decir que no existe un marco legal para que los empleadores la sigan.
Por lo tanto, y en última instancia, en Estados Unidos depende del empleador decidir qué temperatura es realmente cómoda para sus empleados y colaboradores.
Partiendo de un principio donde se establece que las condiciones ambientales de trabajo deben proporcionar comodidad para los colaboradores. De ahí que la temperatura y la comodidad guardan una estrecha relación, y tiene un impacto significativo en la productividad.
En pocas palabras, cuando las personas se sienten cómodas en la ejecución de sus tareas, es mucho más probable que sean más productivas. Sin embargo, es innegable que cuando las personas tienen demasiado frio o demasiado calor, pueden distraerse y ser menos productivas.
Según un estudio realizado por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de los Estados Unidos, un aumento de temperatura de 1 °C puede conducir a una disminución del 2 % en la productividad.
En paralelo, otro estudio de la Universidad Técnica de Helsinki, encontró que un ambiente de trabajo con temperatura óptima para la productividad oscila entre los 21° y 22°C.
Del mismo modo, además de la temperatura, existen otros factores que pueden afectar la comodidad en el trabajo. Factores que incluyen la humedad, la calidad del aire y los niveles de ruido.
En resumen, cuando todos estos factores están en equilibrio, es mucho más probable que las personas se sientan no solo más cómodas sino también más productivas.
Un empleado que considera con toda seriedad crear un ambiente de trabajo cómodo, más productivo y acorde para trabajar, puede realizar las siguientes adecuaciones:
Ahora bien, los contratadores también deben ser conscientes de los riesgos de trabajar en temperaturas extremas. Lo que quiere decir que, al trabajar en ambientes de temperaturas altas, puede ocasionar estrés por calor, así como una serie de problemas de salud, incluido el golpe de calor.
En paralelo, trabajar en temperaturas frías puede ocasionar hipotermia, lo que también puede ser muy peligroso para la salud. Cuando un empleado manifiesta que se siente incómodo debido a la temperatura en el lugar de trabajo, lo más importante es hablar directamente con su empleador.
En este contexto, el empleador puede realizar los ajustes a la temperatura o proporcionar al empleado otras formas alternativas para sentirse cómodo.
Un ambiente de trabajo saludable tiene un impacto en las energías de los equipos de trabajo. De hecho, también podemos contribuir a mejorar las condiciones en nuestra área de trabajo con prácticas muy simples.
En España, el empleador está en la obligación de proporcionar un ambiente dentro de las normativas de temperatura. Además, se recomienda instalar un termostato para un mejor control de la temperatura. También debe asegurarse de que haya una ventilación adecuada en las instalaciones de oficinas. De este modo, puede crear un ambiente de trabajo que sea confortable y productivo para sus empleados.
Todo buen proyecto nace de una buena ídea, y crece en base a una buena conversación.
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